- Área: 150 m²
- Año: 2018
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Fotografías:David Frutos
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Proveedores: DM, ESCOFET, METAL DEPLOYE
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Hacer arquitectura es algo complejo. Una complejidad asociada a sus múltiples condicionantes y factores de tipo social, económico o cultural entre otros y que evoluciona al mismo tiempo que evoluciona la tecnología. En todas estas transformaciones existe un factor en común: las personas. Las ciudades, los edificios, determinados objetos, en definitiva, todo aquello relacionado con la arquitectura está estrechamente vinculado a las personas. Si focalizamos esta situación en el caso de la vivienda, vemos que cada persona, pareja, familia o grupo tiene puntos de vista y necesidades diferentes que se ven reflejados en su modo de vivir.
Sobre este planteamiento conversamos con los propietarios de un solar en el centro del casco antiguo de Elche. Nos comentan que les gustaría vivir en un bosque, pero tienen un pequeño solar entre medianeras. El proyecto se inicia con la búsqueda de aspectos relacionados con un bosque que puedan ser aplicados al diseño de esta vivienda unifamiliar de dos plantas: vegetación, crecimiento con el paso del tiempo, espacios amplios, espacios introvertidos o iluminación cenital entre otros.
La vivienda se alza en tres niveles interrelacionados a través de un patio vegetal y queda organizada por dos franjas en planta. Los dos primeros niveles están cerrados y el tercero lo forma una terraza solarium que tiene acceso desde el patio vegetal. El planteamiento de la primera franja intenta ser fiel al punto de partida y propone un único espacio, de dos alturas, luminoso y más relacionado con el patio situado en la parte posterior que con el exterior de la vivienda, en el que se introducen dos habitaciones elevadas sobre la diáfana planta baja, a modo de cabañas altas en un bosque. La iluminación de este espacio de dos alturas que alberga las “cabañas”, se produce a través del patio y queda reforzada cenitalmente sobre la parte de más altura de la planta baja.
La segunda franja es más estrecha y cerrada: en planta baja está ocupada por la cocina y en planta primera por la habitación principal. Las “cabañas” y el dormitorio principal quedan conectadas por medio de una pasarela que permite una visión elevada tanto del patio como del espacio de más altura de la planta baja que ocupa el comedor-estar. En esta segunda franja y, tanto en la cocina como en el dormitorio principal, hay una conexión visual directa con el espacio principal de la vivienda. Esta conexión es más intensa en la habitación principal pues, a través de ella se tiene una visión de las curvas de una de las “cabañas” bañada por la luz cenital y que enfatiza la sinuosidad de su volumen.